Desde el comienzo fueron las de Alejandro Meseguer quienes dominaron el juego. Con las gemelas Vicente sosteniendo una y otra vez a las suyas tanto en ataque como en defensa, las amarillas llevaron el timón aunque una y otra vez se estrellaban frente a la figura de Clara. Raquel Nicolás se midió una y otra vez ante la portera madrileña que solventó con acierto todas sus intervenciones. No pudo hacer nada en el minuto 13, en el dos contra uno de Fuen y María Murcia que abrió el marcador.

 

De ahí al descanso, Artilleros sufrió para mantener el 1-0 y Javalí Viejo se marchó al descanso con la sensación de haber dejado escapar vivo a su rival, cuyo único acercamiento fue un cabezazo de Marta al larguero. Pero el panorama cambió pro completo tras el descanso.

 

Reyes, en una jugada individual repleta de fuerza y coraje hizo la igualada y en la jugada siguiente una mano fuera del área de Espe dio con los huesos de la guardameta en la calle, al igual que los de todo el equipo técnico murciano tras las protestas posteriores.

 

Tenía Artilleros la ocasión de romper el partido. Javalí Viejo no tenía guardameta suplente y Mariasa tuvo que situarse bajo los palos con 18 minutos por delante. La muestra de madurez y autogestión de las murcianas dio sus frutos. La extraordinaria defensa, sustentada en las gemelas Vicente, les permitió aguantar la inferioridad y las embestidas madrileñas.

 

Así, poco a poco fueron ganando terreno y el paso de los minutos les dio confianza. A cuatro minutos para el final, su entrega dio sus frutos. El acierto fue de Mariángeles, que soltó un tremendo zapatazo al saque de una falta ante el que nada pudo hacer Clara. A renglón seguido, Fuen asestó el golpe definitivo en una contra con Artilleros jugando de cinco. Justo premio para las murcianas que conquistan el cetro nacional.